martes, 30 de octubre de 2012

Nervios. Estoy bastante cansada de los nervios, al decir verdad. 
Cuestión que anoche logré hacer entender a mi novio, qué tiene que pasar para estar bien con mis papás, y lógicamente, no lo animó mucho la idea. 
El asunto es que va a llamarlo cómo último intento de que pueda seguir en mi casa, bien con ellos, y bien con él, con la libertad que toda persona de 19 años tiene.
¿Qué pasa si no funciona?, me mudo. Y eso me recuerda que tengo que seguir ordenando lo que se tira y lo que se lleva, porque cómo no soy tan idiota cómo parezco, ya empecé a separar y guardar cosas. No sea cosa de que me rajen de golpe y no pueda llevarme más que lo puesto.
Lo que no entiendo, es por qué tiene que ser así. Por qué tengo que decidir si ellos o él. Por qué esa necesidad de atarme a ellos; de creerse dueños de mi persona. Por qué no aceptan que crecí y ya no tengo 15 años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario